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7 octubre, 2019La reanimación cardiopulmonar (RCP) básica consiste en las maniobras que se deben realizar cuando nos encontramos ante una persona que está en parada cardiorespiratoria (PCR), es decir inconsciente y sin respiración.
Es la segunda parte de la Cadena de Supervivencia, tras la detección del estado de inconsciencia y ausencia de respiración.
Para saber si una persona está inconsciente, una opción sería hablarle fuerte: «¡¡Oiga, se encuentra bien, me escucha?!«; a la vez que se trataría de moverle los hombros. Si no reacciona a estos estímulos es que está inconsciente y puede que en PCR. Si estás sólo, grita pidiendo ayuda y comunica la situación al servicio de emergencias.
Una vez comunicada la emergencia, tumba a la persona boca arriba en una zona dura, con brazos y piernas extendidas («decúbito supino») y colócate de rodillas junto a ella. No la coloques encima de una cama ni cualquier otro sitio blando ya que, en caso de iniciar la RCP, las compresiones cardíacas no serán efectivas.
Cuando una persona está inconsciente, la lengua puede caer hacia atrás y bloquear las vías respiratorias: debes realizar una maniobra que desplace la lengua de las vías y deje paso al aire.
Se conoce como maniobra de frente-mentón, porque debes colocarle una mano en la frente y la otra en el mentón o mandíbula y desplazar la cabeza hacia atrás hiper-extendiendo el cuello.
Una vez abiertas las vías aéreas comprueba si respira. Debes acercarte a su nariz y ver, oír y sentir la respiración. Durante al menos 10 segundos mira si se mueve el pecho y si oyes o sientes la respiración en tu mejilla. Si no observas nada, la persona no respira y por lo tanto no tiene pulso: está en parada cardiorespiratoria.
Puede que veas a la persona mover la boca como queriendo coger aire y creer que respira, pero se podría tratar de lo que se llama «bocanadas agónicas». No son respiraciones efectivas (indican que el corazón se ha parado hace poco). También estaría en PCR.
Verificar que se ha avisado al 112 o al 061 y, si puede ser, comunicar que vas a iniciar la RCP a una persona con PCR, dónde te encuentras, si sabes qué ha pasado… todo lo que te pregunten. Si hay más gente, pídeles que llamen ellos y no pierdas tiempo antes de iniciar la RCP. Pide también que localicen un desfibrilador.
Si observas que respira, debes colocarlo en posición lateral de seguridad. Es una postura que impide que la lengua bloquee las vías respiratorias y también para que en caso de vómito la persona no se ahogue. Llama a emergencias y explica la situación. La persona puede haber sufrido un coma etílico, una intoxicación por drogas o por humo… pero no está en parada.
Una vez detectada la PCR debes iniciar la RCP básica (masaje cardiaco y ventilaciones).
Es una situación inesperada, pero que se puede revertir si se actúa con rapidez y eficacia.
Es de vital importancia actuar con rapidez, ya que cada minuto que pasa sin realizar las maniobras de RCP la probabilidad de sobrevivir disminuye progresivamente.
Se estima, que a partir de los 10 minutos es prácticamente imposible revertir la situación de PCR.
En España, el tiempo medio de llegada de la asistencia sanitaria es de 12 minutos, de ahí la importancia en la inmediatez de actuación por parte de los testigos.
Vamos a explicar las maniobras que deben realizarse en un adulto en base a las recomendaciones por parte del European Resuscitation Council, última guía del año 2015:
Masaje cardíaco con compresiones para bombear la sangre, y la respiración artificial mediante insuflaciones (boca a boca) para aportar oxígeno. La relación en la actualidad es de 30-2 (30 compresiones – 2 ventilaciones).
Para realizar el masaje cardíaco, la persona debe estar situada en una superficie dura, tumbada boca arriba. El resucitador debe estar colocado en un lateral de rodillas.
Procura despejar la zona del pecho para poder realizar bien el masaje y también para poder aplicar parches del desfibrilador en caso que se consiga uno.
Las compresiones se realizan 2-3 dedos por encima de la parte final del esternón (hueso que une las costillas en el pecho). Ese es el punto de compresión.
Colocamos el talón de una mano en el punto, y la otra mano encima entrelazando dedos y traccionando hacia arriba para que la superficie de apoyo sea solo el talón de la mano inferior. Brazos extendidos completamente y perpendiculares al pecho del paciente. La fuerza de las compresiones debe ser tal que notemos que el pecho baja unos pocos centímetros.
En una RCP larga, es más que probable que se produzcan fisuras o fracturas de costillas. Es un mal menor. En primeros auxilios prima la vida que las lesiones.
El ritmo ideal es de 100 compresiones por minuto.
Un ejemplo para conseguir el ritmo lo más exacto posible, es contar en voz alta: 1001, 1002, 1003….
Tras las 30 compresiones se deben dar 2 insuflaciones boca a boca.
¿Cómo se hace el boca a boca?
Las insuflaciones las debes hacer a la vez que realizas la maniobra frente-mentón (para abrir las vías aéreas), pinzando la nariz (para que el aire insuflado no se escape por ella) y mirando hacia el pecho (comprobando si se eleva).
Realiza una inspiración normal, luego sella bien tu boca con la de la persona e insufla el aire suavemente hasta que el pecho se eleve, no más de un segundo (no debes soplar mucho ni muy fuerte porque el aire se puede ir hacia el estómago y provocar el vómito). Retira la boca para dejar salir el aire y comprueba que el pecho baja. Vuelve a realizar otra ventilación.
Si el pecho se eleva, las ventilaciones están siendo efectivas. Si no se eleva puede que no estés realizando bien la maniobra o que las vías estén obstruidas. Fíjate si hay algún objeto en la boca y si lo hubiera y puedes, sácalo! Si sigue sin entrar aire no des más ventilaciones, solo se deben realizar dos intentos de ventilación e inmediatamente continuar con el masaje cardíaco. La parada para las ventilaciones no debe ser superior a los 10 segundos.
Existe rechazo a dar el boca a boca y no estás obligado a realizarla pero sí deberás realizar el masaje continuamente. Hay que tener en cuenta que casi el 60% de las PCR suceden en el hogar, o sea que será un familiar o conocido al que le ha ocurrido y que la probabilidad de sobrevivir es mucho mayor si realizas las ventilaciones.
En las recomendaciones de 2015 se fomenta que los rescatadores no entrenados proporcionen compresiones torácicas continuamente sin insuflaciones. En el caso de que la parada sea por causas cardiacas (que son la mayoría, un 78% según el estudio OHSCAR) el oxígeno que sigue conteniendo la sangre es suficiente para oxigenar el cerebro durante unos minutos mientras que llega la ayuda especializada.
Pero esto no será efectivo transcurridos 3-4 minutos o en aquellos casos en los que la PCR se debe a causas ventilatorias tales como asfixia o ahogamiento. En estos casos las ventilaciones son totalmente necesarias.
Si hay dos socorristas, es recomendable que uno hace las compresiones y el otro las ventilaciones. Y tras 2 minutos (5 ciclos de 30:2) alternarse en ambas maniobras. Si alguien ha conseguido un desfibrilador, colócalo y sigue las instrucciones. Este sería el tercer eslabón de la cadena de supervivencia, y fundamental para la reanimación de la persona con PCR.
La RCP debe continuar hasta que lleguen los medios sanitarios, hasta que reaccione la persona o si estás agotado y no puedes más.