El verano comporta una serie de riesgos específicos para las personas trabajadoras que desarrollan su actividad en el exterior. Las altas temperaturas pueden poner en peligro la salud de las personas, afectando a su rendimiento y aumentando el riesgo de accidentes laborales.

Entre los principales riesgos asociados con trabajar al aire libre durante los meses de verano podemos encontrar los siguientes: golpes de calor, lipotimia, insolación y deshidratación. A continuación explicamos cómo prevenirlos, sus síntomas y algunas recomendaciones de primeros auxilios:

GOLPE DE CALOR

El golpe de calor es la situación en la que el cuerpo ya no puede regular la temperatura, ya sea porque hace mucho calor, por un esfuerzo físico importante o por fiebre y ausencia de líquido.

Los síntomas más frecuentes de un golpe de calor incluyen, entre otros, un aumento de la temperatura corporal superior a 40 °C, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, piel enrojecida, caliente y no sudada, respiración y frecuencia cardíaca aceleradas, y alteraciones del estado mental o el comportamiento, tales como confusión, irritabilidad o delirio.

Consejos para evitar un golpe de calor:

• Seguir las medidas preventivas indicadas en la evaluación de riesgos.
• Beber regularmente agua fresca (10-12 °C). No esperar a tener sensación de sed: procurar beber un vaso cada veinte minutos.
• Siempre que sea posible, cuando se lleven a cabo trabajos en el exterior, hacerlo en zonas sombrías.
• Descansar en sitios frescos al tener mucho calor.
• Vestir ropa ancha, clara y fresca que cubra la mayor parte de la superficie del cuerpo. No quitarla porque puede proteger de las condiciones térmicas extremas.
• Si es posible, cubrirse la cabeza con sombreros o gorras de tejido transpirable.
• Procurar ir descansado al trabajo, ya que trabajar con calor exige más esfuerzo físico.
• Aplicar de forma periódica protector solar con un factor de protección elevado en las zonas expuestas de la piel.

Actuaciones de primeros auxilios:

• Alejar a la persona de la fuente de calor.
• Avisar urgentemente a los servicios de emergencias (112).
• Bajar la temperatura del entorno:
  • Abrir las ventanas o encender un ventilador.
  • Quitarle el exceso de ropa.
  • Mojar a la persona con agua.
• Si la persona pierde la conciencia, colocarla en posición lateral de seguridad (PLS).
• Si deja de respirar, empezar las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).

LIPOTÍMIA

Es una pérdida de conciencia breve, superficial y transitoria, debido a la disminución repentina del flujo sanguíneo que llega al cerebro. Entre las causas que la provocan: emociones intensas, visiones desagradables, calor y ambientes cerrados, estar mucho tiempo de pie sin poder moverse, bajadas de tensión arterial, miedo, regímenes dietéticos estrictos, ejercicio físico excesivo.

Signos y síntomas: Sensación de mareo; flojera en las piernas; sensaciones auditivas y sensoriales previas; piel pálida, sudada y fría.

Actuaciones de primeros auxilios:

• Colocar a la víctima boca arriba, levantarle las piernas e instalarla, de ser posible, en un lugar con ambiente fresco o aireado.
• Aflojar cualquier tipo de ropa que pudiera estar dificultando su respiración o circulación.
• Vigilar la abertura de sus vías respiratorias.
• Evitar las aglomeraciones a su alrededor.
• Explorar a la víctima buscando posibles traumatismos por caída.

INSOLACIÓN

Efecto de la acción directa de los rayos del sol sobre la cabeza descubierta de la víctima, después de una larga exposición al sol. Peligrosa en personas de edad avanzada y en niños.

Signos y síntomas: Dolor de cabeza y cara congestionada; Sensación de fatiga y abatimiento; Mareos, vértigos, náuseas y vómitos.

Actuaciones de primeros auxilios:

• Colocar a la víctima en un lugar fresco y ventilado, a la sombra o a oscuras.
• Aflojar la ropa.
• Aplicar compresas frías por todo el cuerpo, especialmente axilas e ingles por ser zonas de máxima transferencia de calor.
• Darle agua a pequeños sorbos y evitar las bebidas alcohólicas.

DESHIDRATACIÓN

Esta alteración es producida por la pérdida de agua y sales del cuerpo debido a una sudoración excesiva. Comúnmente progresa gradualmente. Suele afectar a quienes no están adaptados a climas húmedos y cálidos. Las personas que están indispuestas, sobre todo si tienen enfermedades que provoquen vómitos o diarrea, son especialmente propensas a deshidratarse.

Signos y síntomas: Dolor de cabeza, mareos y confusión; Pérdida del apetito; Náuseas; Sudor, piel pálida y pegajosa; Calambres en los brazos, en las piernas o en la pared abdominal; Pulso y respiración rápidos y débiles..

Actuaciones de primeros auxilios:

• Llevar a la víctima a un lugar fresco.
• Tumbarla con las piernas elevadas.
• Darle abundante agua. Después, si se puede, un poco de agua con sal (una cucharadita de sal por litro de agua).
• Asegurar que la víctima acuda al médico, aunque haya repuesto.
• Si la conciencia disminuye, colocarla en posición lateral de seguridad.

NORMATIVA QUE REGULA LAS CONDICIONES AMBIENTALES EN EL TRABAJO AL AIRE LIBRE

De acuerdo con la «Disposición adicional única. Condiciones ambientales en el trabajo en el aire libre» del Real decreto ley 04/2023, de 11 de mayo de 2023 (que suprime el apartado 5 del anexo III del RD 486/1997):

Cuando se desarrollen trabajos al aire libre y en los puestos de trabajo que, por la actividad desarrollada, no puedan quedar cerrados, se tendrán que tomar medidas adecuadas para la protección de las personas trabajadoras frente a cualquier riesgo relacionado con fenómenos meteorológicos adversos, incluyendo temperaturas extremas.

Se adecuarán las medidas preventivas en función de las características de la tarea que se desarrolle y las características personales o el estado biológico conocido de la persona trabajadora. Se tendrá que tener especial precaución con las personas más vulnerables al calor, y se realizará un reconocimiento médico de vigilancia de la salud periódico a las personas que cumplan algunas de las siguientes condiciones:

• Las personas con enfermedades crónicas, discapacidades físicas o psíquicas y limitaciones de movilidad o autocuidado, y/o problemas mentales y de conducta derivados del consumo de sustancias psicoactivas o de alcohol.
• Las personas que toman medicamentos con efectos sobre el sistema nervioso central o diuréticos.
• Las personas que realizan una actividad física intensa y las que trabajan en calurosos ambientes.

En aplicación de lo previsto en esta disposición y en el artículo 23 del Real decreto 1561/1995, de 21 de septiembre, sobre jornadas especiales de trabajo, las medidas preventivas incluirán la prohibición de desarrollar determinadas tareas durante las horas del día en que concurran fenómenos meteorológicos adversos, en aquellos casos en los que no se pueda garantizar de otro modo la debida protección de la persona trabajadora

En el supuesto en que se emita por la Agencia Estatal de Meteorología o, en su caso, el órgano autonómico correspondiente en el caso de las comunidades autónomas que dispongan de este servicio, un aviso de fenómenos meteorológicos adversos de nivel naranja o rojo, y las medidas preventivas anteriores no garanticen la protección de las personas trabajadoras, resultará obligatoria la adaptación de las condiciones de trabajo, incluida la reducción o modificación de las horas de desarrollo de la jornada prevista.

Esta disposición adicional será de aplicación en todos los puestos de trabajo, incluidos los del artículo 1.2 del RD 486/1997 (medios de transporte, obras de construcción, industria extractiva, barcos de pesca, agricultura y trabajos forestales).

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