Los “Riesgos Psicosociales en el trabajo” se han definido por la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo como “aquellos aspectos del diseño, organización y dirección del trabajo y de su entorno social que pueden causar daños psíquicos, sociales o físicos a la salud de los trabajadores».

Los riesgos psicosociales tienen consecuencias en la organización empresarial (absentismo, bajas voluntarias, baja productividad…) así como en el trabajador (daños a la salud).

La mayor parte de los estudios indican que los problemas en la organización del trabajo son la causa más comuna de los accidentes laborales y que muchos de los accidentes producidos por error son debidos a situaciones de fatiga o estrés, malas comunicaciones, la consecución de objetivos difíciles…

El control y vigilancia del cumplimiento de las normativas legales vigentes sobre los Riesgos Psicosociales

Así como en la inmensa mayoría de los países europeos no cuentan con legislación específica sobre los riesgos psicosociales, pero en todo caso sí existe una interpretación comuna de todas las inspecciones europeas respecto a la inclusión implícita de estos riesgos en las disposiciones generales de la Directiva Marco 89/391/CEE y sus normativas, en nuestro caso tenemos la Ley 31/1995 de 10 de noviembre de Prevención de Riesgos Laborales.

Las normas de seguridad y salud en el trabajo aprobadas en el ámbito de la Unión Europea comprenden todos los riesgos para la salud derivados del trabajo sin excepciones, por lo que señala la obligación de gestionar todos los riesgos, incluidos por lo tanto los psicosociales (Art. 16 LPRL). La evaluación de los factores de riesgos psicosociales se tiene que incluir en la gestión de la prevención de la empresa u organización, siguiendo los mismos principios que otras áreas preventivas.

Los riesgos psicosociales afectan potencialmente a todos los sectores productivos sin excepción, ya que se refieren a los factores de riesgo existentes en las organizaciones y en su entorno social.

Los efectos no deseados

Para una organización empresarial, los riesgos psicosociales generan un mal funcionamiento en su conjunto, con el indeseable incremento del absentismo laboral, o en el mejor de los casos, trabajadores que mantienen sus lugares en una incómoda situación y en consecuencia, una disminución de su rendimiento y eficacia, incrementando la posibilidad de lesiones, accidentes o problemas importantes de salud.

Esta situación acostumbra a desencadenar en el trabajador, una actitud de desmotivación permanente que, cuando acaba en una baja, esta puede comportar un carácter prolongado.

El estrés acaba generando unos costes muy difíciles de asumir por parte del trabajador, de la empresa y de la sociedad en general.